Los movimientos en SIPALKI no son solo rectos o circulares, resultan de una mezcla de ambos; sin embargo, existe un patrón de movimiento en los que se trabaja permanentemente, tanto en defensa como en ataque, está representado por un esquema denominado FAL BOI y consta de ocho números ubicados y distribuidos alrededor de un centro donde está el protagonista, el yo.
Siempre que se ataca, indefectiblemente, hay
ue hacerlo hacia los números impares, jamás sobre los pares. Para evitar esta situación debe desplazarse para obtener la posición adecuada frente al número adecuado.
En el caso de las defensas, estas deben dirigirse hacia los números pares. El movimiento del FAL BOI debe ser muy bien aprendido y memorizado hasta que el practicante haga y dirija, tanto ataques como defensas instintivamente hacia el sector que corresponda. El dominio del FAL BOI es imprescindible para combatir contra varios atacantes.
Otro concepto básico que respeta el SIPALKI es referente a la distancia en el combate y como se emplean las manos: en distancia, las manos recogidas son para la defensa y extendidas para el ataque. En cambio en el cuerpo a cuerpo la defensa se hace extendiendo la mano y el ataque recogiéndola.
Para anticipar o “ver” los ataques hay que mirar los movimientos que le preceden; normalmente, cuando la cabeza va hacia atrás nos atacarán con la pierna; y si es la pierna la que se adelanta, atacarán las manos. También los movimientos de cadera y de los hombros nos indicarán el momento previo a un ataque y siempre son visibles antes de ejecutarlos.
Finalmente como ya se dijo repetidamente en esta semblanza:
“DE NADA SIRVE CONOCER TODAS LAS TÉCNICAS SI NO SE PRACTICAN. NO EXISTEN TÉCNICAS MARAVILLOSAS; LA MEJOR ES AQUELLA QUE SE PUEDE APLICAR ASI SEA LA MAS SIMPLE»